Es una de las dudas más habituales entre los nuevos emprendedores al crear su nueva empresa. La necesidad del sello de empresa no es obligatoria en la mayoría de casos, pero si que resulta muy recomendable disponer de este sello personalizado para hacer frente a muchos usos diferentes de este famoso dispositivo.

Existen actividades que es imprescindible disponer de un sello de caucho con ciertos datos identificativos, por ejemplo los sellos de medico colegiado, el sello de traductor jurado o el sello de farmacia son algunos ejemplos donde el sello es imprescindible.

Los sellos de caucho en la empresa facilitan muchas tareas, la más habitual relacionada con la facturación, albaranes de salida de mercancías y el control del stock de almacén son algunas de las funciones más conocidas donde el sello tiene más trabajo. En este tipo de sellos personalizados lo más común es que lleven el nombre fiscal, el número de identificación tributaria y la dirección, además de datos de contacto para que nuestros clientes nos encuentren rápidamente.

Sin duda el sello de caucho más vendido es el automático, el sello automático es el más cómodo y rápido de usar, sin necesidad de preocuparnos por la tinta y por la presión ejercida. Los sellos automáticos son tan económicos como los manuales, incluso pueden ser sellos baratos respecto a los clásicos sellos manuales si tenemos en cuenta el precio del tampón de tinta.

Si su empresa es una sociedad le será imprescindible para tramitar todo tipo de documentos y gestiones en nombre de la empresa, en cambio si se trata de un autónomo no es tan indispensable disponer de sello de empresa, pero como ya hemos indicado, es más que recomendable teniendo en cuenta que por poco más de 20€ tenemos uno.

Existen sellos personalizados más especializados, los sellos fechadores son una herramienta muy útil si necesitamos registrar la fecha de entrada o salida en algún proceso, o un sello numerador o foliador para numerar hojas correlativas.

Dicho todo esto, disponer en tu negocio del sello de empresa no es obligatorio, como tampoco lo es tener conexión a Internet, una impresora o un teléfono, pero prescindir de  todo ello no es bueno para el funcionamiento de la empresa. Las empresas necesitan organización y control para desempeñar correctamente su actividad, disponer y aprovechar los sellos de caucho para tenerlo todo más organizado es una gran decisión.

Es importante recordar que si es autónomo y la empresa no es una sociedad en el sello fiscal debe indicar su nombre junto con su NIF, es un error muy común  en estos casos poner el nombre comercial junto el número fiscal de la persona, pero no será válido para las facturas o documentos que tengamos que  presentar a la hacienda pública.

Ante cualquier duda es importante contactar con un profesional de la contabilidad y la gestión tributaria para recibir un asesoramiento adecuado.

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